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Mireia Belmonte es la mejor deportista nacional en la actualidad, después de pulverizar todos los registros en los últimos dos años. La nadadora de la UCAM se ha convertido en ídolo de masas y espera alcanzar su mejor versión en los Juegos Olímpicos de Río en 2016
Mireia ha logrado situar su éxito como el principal valor de la Marca España en el Deporte. Su paulatino crecimiento profesional, avalado por triunfos y medallas en diversas competiciones internacionales, ha conseguido por primera vez en la historia que una mujer sea reconocida como mejor deportista nacional.

La Sirena Dorada
por Juande Martinez
Foto: UCAM
“Yo no me veo como ninguna estrella"
Llegó poco después de la diez y media de la mañana, recién duchada y con atuendo deportivo al campus. La esperaba junto con la colega Julia Luna para hacerle una entrevista, previa al homenaje que iba a recibir poco después en la UCAM por sus éxitos en Berlín. Julia la conoce bien porque es la voz de la natación española, la que nos hace vibrar en las retransmisiones de la tele pública en las grandes competiciones. Por los pasillos de la universidad se entrecruzaban alumnos y profesores. Cuando entró fue cómo si el aire multiplicara su densidad y todos ralentizaran sus movimientos. De repente se aceleraron y acudieron de manera masiva para pedir una foto de recuerdo.
Muchas fotos. Ningún autógrafo, ya obsoleto. Ella no rehusó ninguno. Después entró a arreglarse y cambió sus zapatillas por unos taconazos. “Los echaba de menos”, me dijo. Después de tantas semanas concentrada para sus entrenamientos personales o con la Selección, extraña poder lucir más su espléndida condición de mujer. Se colocó encima unos pantalones ajustados y una camiseta de color rosa pálido con el nombre de la UCAM en letras grandes. Después la grabamos en la biblioteca mientras consultaba los libros de la carrera que estudia (Publicidad y Relaciones Públicas) y departió con algunos profesores. Su tutora, María Miralles, le ha diseñado un programa de estudio personalizado para que trabaje online y aproveche sus días de estancia en Murcia para algunos recursos prácticos.
Ha pedido estar con ella quince días seguidos a principio de 2015. Pero lo tiene complicado por el calendario de compromisos de la catalana. María es profesora de Creatividad en Comunicación y Mireia tiene predilección por el diseño, algo que necesita de esa imaginación, así que se compenetran bien. Antes y después de cada movimiento las peticiones de fotos y selfies no cesaron, incluso arreciaron cuando en la cafetería, como cualquier otro estudiante, se citó con Miguel Ángel López Nicolás, otras de las estrellas becadas por la universidad.


Es increíble la admiración e identificación que levanta la nadadora catalana por donde quiera que va. He coincidido con ella este año dentro y fuera de Murcia y el fenómeno se repite. Es muy difícil de encontrar fuera de los deportes mayoritarios. Es una chica sencilla, tímida pero resuelta, a la que no se le ha subido el éxito a la cabeza. No tiene tiempo. Por ejemplo, para poder dedicar la mañana al homenaje que le tributó la Universidad Católica, se levantó de madrugada y se fue a entrenarse a la piscina de los Maristas de la Fuensanta durante tres horas.
La tarde anterior había hecho lo propio después del viaje. Es una piscina con un vaso de 25 metros y le pregunté si no hubiese estado más cómoda en INAQUA, donde hay uno de 50, pero me dijo que ahora trabaja en esas dimensiones y en marzo (¡en marzo!) será cuando trabaje en la piscina grande. Tiene todos los entrenamientos planificados por la mañana y por la tarde hasta el año que viene. Un trabajo espartano coordinado y dirigido por el entrenador con quien mejor le ha ido siempre, Fred Vergnoux. Su sistema de entrenamiento es muy diferente al habitual en España, con un modelo más americano. Si a eso le unimos unas condiciones fisiológicas innatas, no puede extrañar que los éxitos lleguen a raudales.
Mireia Belmonte es la mejor deportista española en la actualidad y un referente de la Marca España. Aunque ella no comparte esa sensación: “Yo no me veo como ninguna estrella. Si me comparo con deportistas como Rafa Nadal o Pau Gasol pienso 'esos sí que son estrellas, no yo. Pero sí que me doy cuenta de que soy un referente para los más pequeños o para la gente que viene detrás de mí, y eso sí que me gusta”, explica. La catalana pone de manifiesto la necesidad de apoyar el deporte base si se quieren obtener réditos en medallas, en repercusión y en prestigio. Sus triunfos se multiplican y aún no tiene techo. En especial en la natación, un deporte muy practicado en España, pero que hasta ahora no había dado tantos resultados. tantos que España fue séptima en el medallero de Berlín, por encima de la propia Alemania o Rusia.
Quién nos lo iba a decir. Qué lejos quedan aquellos intentos de sacar tajada con la nacionalización de Nina Zhivanevskaya, quien consiguió dos bronces en los Juegos de Barcelona y Sídney. Pero cuando se retiró se hizo el vacío. Es lo que tienen los fichajes y no la política de cantera. Este fenómeno aún ocurre en otros deportes.
Foto: UCAM
La UCAM, mucho más que un patrocinio
Por esas casualidades de la vida, uno de los grandes mitos deportivos de nuestro tiempo se ha murcianizado. Mireia se ha vinculado con esta Región gracias la tutela de la UCAM, la cual ha sabido darle continuidad a su progresión cuando todas las puertas se le habían cerrado en Sabadell. “Después de los Juegos de Londres le pedí a mi club, el Sabadell, que pudieran ayudarme más en la preparación, pues aumentó el nivel de exigencia. Pero me dijeron que no podía ser. No es verdad que yo me subiera a la parra, pero es que querían bajarme las ayudas”, afirma la catalana.
Como consecuencia de ese desencuentro, Belmonte abandonó su club de toda la vida y no pudo mantener a su entrenador. Estuvo cuatro meses parada, en los que temió tener que retirarse. Por fortuna apareció la UCAM: “José Luis Mendoza ha sido fundamental, porque me ha permitido poder seguir en la alta competición y formarme como persona. Soy de una familia humilde y mi padre siempre me ha recordado que la natación no dura toda la vida y que es necesario estudiar algo para estar preparada.
En la UCAM puedo hacer las dos cosas gracias a las facilidades que me dan. Me gustan el deporte y la moda, además de la publicidad. Por eso me decidí por esta carrera, que tiene una buena parte de diseño y que luego complementaré con un Máster sobre moda”, afirmó. Esta vinculación con la Universidad ha sido –está siendo- una colaboración fructífera, en la que la nadadora tiene garantizado el presupuesto para centrarse en su carrera y la Universidad ha encontrado ese punto de inflexión para su expansión nacional.
La nadadora se mostraba feliz y emocionada en el homenaje que se le tributó en esta institución privada: “Para mí es un honor que me reciban así cada vez que vengo. La UCAM ya se ha convertido en mi casa”. Además, es consciente de que todavía tiene mucha carrera por delante y que sus mayores retos todavía están por llegar: “Cada año intentamos mejorar lo hecho en el anterior”.
"La UCAM ya se ha convertido en mi casa”
El presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, también estaba feliz por los últimos éxitos de Mireia Belmonte: “Es un día muy importante para nosotros. Mireia Belmonte es la mejor deportista española de todos los tiempos. Tener en la UCAM a una deportista como Mireia es un regalo muy grande”.
Fred Vergnoux ofreció algunas de las claves del éxito de la nadadora española y adelantó que todavía hay margen de mejora en el caso de Mireia: “Hay mucho trabajo para seguir adelante y abarcar más pruebas. Siempre se puede mejorar. Cada vez estoy más convencido de que el deportista puede aguantar mucho más de lo que piensa. Es lo que veo cada día.”.
Por su parte, Julia Luna, en cuya trayectoria como periodista figuran seis Juegos Olímpicos, no dudó en afirmar que “De Mireia lo que más me gusta es su valentía. Siempre va a por todas y siempre va buscando retos nuevos. Para mí es un honor disfrutar con mi trabajo y con los grandes éxitos de Mireia Belmonte y de todo el equipo de la natación española”.
Foto: UCAM
“Mi objetivo es estar en todas las finales”
Tras dar el definitivo salto a la elite con sus dos medallas en los Juegos de Londres 2012 y las tres en el Mundial de Barcelona, Mireia Belmonte (Badalona, 10 de noviembre de 1990) ha sido la gran triunfadora en el Europeo de Berlín, en el que incluso alcanzó una medalla en aguas abiertas. Era la primera vez que se examinaba en esta disciplina. Después se probó con idéntico éxito, en varios estilos, en la piscina corta de Doha.
-¿Y por qué es tan ambiciosa a la hora de competir?
-“Porque aún soy joven, creo que puedo hacerlo y pienso que será muy bonito si lo consigo. Estoy muy bien físicamente y quiero probarlo, aunque sé que cada reto será más duro”.
-¿Esta ambición irá más allá?
- “Probablemente lo mantenga el próximo año en el Mundial de Kazán, pero todo dependerá de cómo me sienta de fuerzas”.
-¿Qué objetivos se ha marcado?
“-Todo el mundo me pregunta cuántas medallas pienso que voy a ganar, pero al tener un calendario tan ajustado, el objetivo inicial es estar en todas las finales. Después ya veremos si puedo conseguir medalla o no. Alguna puede caer, pero está claro que en todas es imposible”.
- ¿En qué pruebas cree que es más factible subir al podio y en cuáles piensa que va a tener más competencia?
- “Competencia tendré en todas porque tanto en fondo como en estilos o mariposa tendré dos o tres rivales difíciles”.
- ¿Cómo lleva los entrenamientos?
- “De momento la preparación va muy bien. Estoy sorprendida de cómo me estoy encontrando y de cómo estoy entrenando. Físicamente me veo muy bien y ahora sólo nos queda afinar detalles técnicos como las salidas o los virajes. Ahora viene la parte más relajada, más descansada y de más calidad de los entrenamientos”.
- ¿En qué ha cambiado Mireia Belmonte desde que en 2006 participó en su primer Europeo con sólo 15 años, la misma temporada en la que se proclamó campeona del mundo junior de 400 libre y 400 estilos?
- “¿Tantos años han pasado? Recuerdo que en aquel Europeo aún era junior y fue muy complicado para mí. La verdad es que he cambiado en todo. He ganado en madurez tanto dentro como fuera del agua y ahora me siento mucho más segura de mí misma. Con el paso de los años vas creciendo deportivamente, pero también como persona”.
- Tiene 24 años, ha ganado medallas en Europeos, Mundiales y Juegos Olímpicos, pero la vida deportiva de un nadador no es muy larga. ¿En qué punto piensa que está su carrera? ¿Le quedan más cosas por conseguir que las que ya ha logrado?
- “Pues no lo sé. Espero que aún me queden muchas por conseguir, pero no me he fijado nunca un objetivo concreto y ni siquiera sé cuándo va a terminar mi carrera deportiva. Supongo que acabará cuando haya hecho todo lo que quería hacer y cuando ya no me divierta entrenando o compitiendo. Ahora vivo el presente y el futuro inmediato y éste pasa por intentar hacerlo bien en todas las competiciones en las que participo y encontrar nuevos retos o alicientes, como este año con las aguas abiertas. Si puedo ganar medallas, mejor, pero lo importante es quedar satisfecha con lo que haya hecho”.
El alcance mediático de la catalana supera incluso el de las disciplinas mayoritarias, hasta convertirse en un fenómeno social. Apasionada de la elegancia, la moda y el buen vestir, el rosa es su color. Si Copenhague tiene su Sirenita como icono, los aficionados escogen a la catalana como su princesa del agua. Esta chica vale su peso en oro.